Aumentar el rendimiento de las hortalizas: el polvo secreto para una cosecha multiplicada por diez
polvo para el suelo
A lo largo de la semana, nuestras mesas suelen exhibir una variedad de verduras, un testimonio de la prevalencia de la dieta mediterránea , particularmente en Europa y, en particular, Italia, donde se ha convertido en un símbolo del patrimonio culinario.
La cocina italiana se destaca por su énfasis en ingredientes genuinos, lo que genera admiración en todo el mundo. Chefs de todo el mundo acuden en masa para aprender las técnicas culinarias aparentemente mundanas pero cruciales que definen el comer bien y auténticamente.
Los desafíos recientes, como los conflictos entre Rusia y Ucrania y las dificultades posteriores para obtener materias primas, sumados a las malas cosechas debido a la sequía, han provocado un aumento de los precios de los ingredientes. Como resultado, muchos se han visto obligados a adaptarse a las limitaciones presupuestarias, optando por verduras de menor precio pero aún comestibles.
Qué emplean los productores experimentados
Las hortalizas, al igual que las frutas, son susceptibles a las condiciones climáticas y a las plagas, que pueden comprometer su calidad y hacerlas no aptas para el consumo. Las plantas a menudo son víctimas de enfermedades, lo que requiere que los productores estén atentos, especialmente cuando emergen los primeros frutos, ya que un solo fruto dañado o mohoso puede infectar todo el cultivo.
Tierra: el polvo que hace que las verduras sean 10 veces mejores
Agricultores experimentados han descubierto una manera de mejorar significativamente el rendimiento de las hortalizas y fortalecerlas contra enfermedades y deterioro: la aplicación de un polvo especial. La cal es una opción habitual entre los cultivadores, ya que aporta calcio esencial a las plantas, un mineral vital para un crecimiento óptimo.
El calcio desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los cultivos, pero puede lixiviarse fácilmente del suelo debido a la cosecha de frutas y verduras. Espolvorear cal en el suelo antes de sembrar y durante todo el crecimiento de la planta asegura que las hortalizas reciban el calcio necesario. Esta fortificación los equipa para resistir condiciones climáticas adversas, promoviendo una cosecha robusta y resistente.