Método de natación
Lavar la casa es una actividad que tenemos que realizar con mucha frecuencia para poder vivir en un hogar que mantenga un nivel adecuado de higiene. Especialmente con la llegada de los meses cálidos y del clima más cálido, se hace cada vez más necesario desinfectar cuidadosamente cada estancia de nuestro hogar y así evitar también la reproducción de insectos. Por eso es importante limpiar a fondo los muebles, estanterías, alacenas y por supuesto todos los suelos. La limpieza de su apartamento también incluye una cuidadosa desinfección de los alféizares y las ventanas, que pueden ensuciarse mucho después de unos días de lluvia.
Con este producto ya no hay suciedad en las luces: ¡vuelven a estar como nuevas!
Basta con una de las clásicas tormentas de verano para que se acumule una gran cantidad de suciedad en cristales, contraventanas y marcos de ventanas. Los grifos son probablemente los más difíciles de limpiar porque es difícil limpiar a fondo las grietas. Sin embargo, existen métodos mediante los cuales se pueden eliminar las incrustaciones de las ventanas en un corto período de tiempo y también con cierta facilidad.
El primer remedio para limpiar las grietas de las ventanas se basa en el uso de jabón amarillo, una solución milenaria muy utilizada por personas de cierta edad para limpiar los rincones más complicados y hacer desaparecer todo tipo de suciedad.
¿Por qué el jabón amarillo es tan eficaz? Esto es gracias al característico aceite de coco, una sustancia que actúa perfectamente contra las incrustaciones y asegura un excelente nivel de higiene incluso en rincones e instalaciones.
Aplicando una bola de jabón amarillo en la parte no abrasiva de la esponja limpiamos en profundidad las zonas más sucias obteniendo un resultado realmente satisfactorio.
Para que el efecto del jabón amarillo sea especialmente intenso, recomendamos sumergir la esponja en agua caliente antes de frotarla en los grifos.
Otro elemento verdaderamente excepcional para la limpieza a fondo de ventanas y puertas es el vinagre blanco, capaz de limpiar todos los rincones de la casa gracias a su profunda acción desengrasante.
Lo único que necesitas hacer es colocar un vaso de vinagre blanco en un recipiente lleno de agua caliente. Una vez hecho esto, se empapa una esponja en la solución y se pasa sobre los accesorios. Un simple aclarado basta para comprobar como nuestra grifería ha recuperado su brillo.
Bicarbonato de sodio y jabón de Marsella para una limpieza profunda de ventanas y puertas
Finalmente, otros dos productos populares para la limpieza de ventanas y puertas son el bicarbonato de sodio y el jabón de Marsella. Agrega dos cucharadas de bicarbonato de sodio a un recipiente con agua y revuelve hasta que se forme una pasta de bicarbonato de sodio. Esta solución, aplicada sobre una esponja, limpia muy bien los grifos y elimina todo tipo de suciedad (no olvides aclarar).
El jabón de Marsella es otro excelente remedio para devolver a los elementos del interior su aspecto original. De nuevo, el procedimiento consiste en mezclar dos cucharadas de jabón de Marsella debidamente rallado en un recipiente con agua muy caliente y luego aplicar la solución resultante sobre una esponja.
Unas pocas manos son suficientes para desengrasar en profundidad los herrajes y no tener que preocuparse por la suciedad e incrustaciones.