Seguramente te habrá pasado, quizás mientras limpiabas la casa, mientras hacías la colada o simplemente por despiste, que se te han caído unas gotitas de lejía sobre la ropa y se han creado las clásicas manchas decoloradas.
La lejía puede dañar permanentemente la ropa, pero antes de tirarla hay un par de trucos que puedes probar para intentar recuperarla y eliminar las manchas de lejía.
La lejía es un gas con un olor muy irritante y es peligroso tanto si se inhala como si se aplica directamente sobre la piel. Aunque es útil en casa, siempre es buena idea guardarlo a buen recaudo y comprobar siempre que tanto el envase como el tapón están en buen estado.
A continuación enumeramos los dos trucos para intentar eliminar las manchas de lejía de la ropa y recuperarlas.
El primer truco consiste en mezclar 250 ml de vinagre blanco con la misma cantidad de alcohol. Humedece un paño en la solución y aplica sobre la mancha de lejía, sin frotar pero dando pequeños toques.
Luego lava la prenda con agua fría y repite el proceso hasta que desaparezca la mancha de lejía.
Para el segundo truco , sin embargo, necesitarás 1 cucharada de tiosulfato de sodio y 250 ml de agua. Mezcla los dos ingredientes, luego humedece un paño limpio en la solución y aplica sobre la mancha de lejía sin frotar.
Nuevamente lavar con agua fría y repetir la aplicación si es necesario.
Ambos trucos para quitar las manchas de lejía son sumamente sencillos y, en la mayoría de los casos, nos permiten recuperar nuestra ropa. Antes de descartarlos, prueba a aplicar ambos trucos y recuperarlos.