El madroño es un fruto típico del bosque otoñal, cuyo fruto se reconoce por su forma redonda, piel rugosa y color que se vuelve cada vez más rojo a medida que madura.

La pulpa carnosa del madroño tiene un sabor dulce, con un toque amargo, lo que hace que este fruto sea perfecto para la preparación de decenas de platos.

Pocas personas saben, sin embargo, que el madroño tiene una rica composición que lo convierte en uno de los frutos más saludables del otoño. A continuación enumeramos sus principales beneficios.

Las hojas del madroño se utilizan principalmente como antiséptico sobre el sistema urinario, en caso de infecciones, cistitis, uretritis y prostatitis.
También son útiles contra la diarrea y para aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable.
Externamente, las hojas se pueden utilizar como antiséptico bucal y astringente contra infecciones y encías sangrantes.
Los frutos del madroño, ricos en pectina, ayudan a reducir el colesterol y el azúcar en sangre.
La vitamina P del madroño fortalece los capilares y aumenta su permeabilidad.
Remedios naturales con madroño
Té de hierbas diuréticas para las infecciones del tracto urinario.

Las hojas del madroño liberan hidroquinona, que tiene propiedades antisépticas. Para prepararlo es necesario mezclar partes iguales de hojas de madroño con plantas de características similares, como la cola de caballo o el anís estrellado.

Se llevan a ebullición en medio litro de agua durante un par de minutos, luego se dejan enfriar y se beben durante todo el día.

Infusión para el síndrome del intestino irritable.

La misma receta detallada anteriormente también se puede utilizar para aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable.

Enjuague bucal para infecciones bucales.

Mezclar dos partes iguales de hojas de madroño y tomillo, llevar a ebullición dos minutos y dejar enfriar.

Utilice la solución para hacer gárgaras y enjuagarse la boca.