Las castañas son una fruta simbólica del otoño y se pueden disfrutar de muchas formas diferentes. Para nosotros las clásicas castañas asadas son sin duda la mejor opción.
Pero si hay algo realmente molesto de las castañas es que son muy difíciles de pelar, sobre todo después de estar cocidas en el horno y, por tanto, muy calientes.
Conocer los trucos adecuados hará que esta tarea sea mucho más fácil. A continuación te sugerimos los más eficaces, que te permitirán disfrutar de las castañas sin complicaciones y sin alternar su sabor y cualidades nutricionales.
El método más tradicional (y también el más eficaz) es el de nuestras abuelas. Para ponerlo en práctica sólo necesitamos una olla y un cuchillo.
Haz un corte en cada castaña para que sea más fácil quitar la piel. Luego ponemos a hervir un poco de agua en una cacerola y cuando llegue a ebullición apagamos el fuego y añadimos las castañas.
Espera unos dos o tres minutos, luego retíralas y escúrrelas bien en un colador. Enfríalos con agua fría e inmediatamente después puedes empezar a pelarlos.