Las cebollas, imprescindible culinario, son indispensables en cualquier huerto, destacando por su sencillez en el cultivo, que no requiere grandes espacios ni equipamiento especializado. Para cultivar cebollas con éxito en casa, todo lo que necesitas es un suelo adecuado y algunos pasos específicos.
Elección de la variedad de cebolla: Las cebollas están disponibles en tres variedades principales: blanca, amarilla y roja o morada, cada una de las cuales se distingue por su sabor distintivo. Las cebollas blancas son conocidas por su sabor fuerte y picante, mientras que las cebollas amarillas tienden a ser más dulces. Las cebollas moradas se adaptan bien tanto a platos cocidos como crudos. La elección de la variedad depende del gusto y del clima regional, ya que determinadas variedades se adaptan mejor a determinadas condiciones de temperatura. Además, el tiempo de crecimiento varía: las cebollas de días cortos germinan en invierno y son adecuadas para las regiones del sur, mientras que las cebollas de días largos germinan en verano y prosperan en climas del norte.
Selección del tipo de plantación: Las cebollas se pueden plantar a partir de semillas o bulbos. La plantación por semilla implica un cultivo inicial en interior, con posterior trasplante al aire libre. Por otro lado, la plantación por bulbos es más robusta y rápida, por lo que es apta para plantar en casa. Los bulbos para trasplante se encuentran fácilmente disponibles en los viveros y su cosecha requiere aproximadamente cuatro meses.
Elegir el lugar adecuado para plantar: La elección del suelo para plantar es crucial para una cosecha abundante. Las cebollas prosperan en suelos ricos, ligeros y sueltos, prefiriendo especialmente los suelos turbosos que no sean ni demasiado arcillosos ni arenosos. Un suelo rico en nutrientes es esencial; se prefiere el abono rico en fósforo y potasio a los fertilizantes químicos. La preparación del suelo debe realizarse aproximadamente con un mes de anticipación, asegurándose de que esté soleado y bien drenado.
Determinación del momento óptimo de siembra: Las cebollas se pueden sembrar en primavera, a finales de verano o en invierno, con condiciones específicas para cada época. La siembra de primavera es ideal para bulbos, mientras que la siembra de finales de verano admite tanto semillas como bulbos. La siembra de invierno comienza en el interior y el trasplante se realiza en primavera. Independientemente de la temporada, se recomienda plantar cebollas durante la luna menguante.
Plantar cebollas: en lugar de plantar cebollas directamente en el jardín, es aconsejable preparar los bulbos colocándolos en tierra húmeda para macetas dos semanas antes. Después de la germinación en el interior, los bulbos se pueden plantar en el jardín previamente preparado. Sigue estos pasos:
Haga agujeros aproximadamente tres veces la longitud de la bombilla.
Mantener espacios de 10 a 15 cm entre plantas y 40 cm entre hileras de cultivo.
Coloca los bulbos en los agujeros y cúbrelos con tierra.
Termine de plantar con riego.
Mantenimiento de la plantación: aunque las cebollas son resistentes, es necesario cierto mantenimiento, incluido riego ligero y regular, protección contra infecciones y enfermedades (a menudo se logra plantando rábanos junto a las cebollas), manejo de insectos (usando jabones insecticidas) y asegurando una temperatura estable entre 15 y 25ºC. Se recomienda utilizar azada para eliminar las malas hierbas, preservando la integridad del bulbo. Se recomienda acompañar adecuadamente la plantación con zanahorias, fresas, tomates, lechuga, pepinos y remolachas, evitando al mismo tiempo legumbres como guisantes o frijoles.
Cosecha de cebollas: Las cebollas están maduras cuando su parte superior se vuelve ligeramente amarilla dorada. Cosecha sacándolas de la tierra y luego sécalas al sol durante uno o dos días. Muévalos al interior y guárdelos en un recipiente de almacenamiento seco y protegido. La cosecha suele ocurrir después de cuatro meses, pero la duración varía según la variedad de cebolla y el método de cultivo.