Siempre tenemos limones en nuestra despensa. Son un cítrico imprescindible para condimentar todos nuestros platos y desintoxicar nuestro organismo. Sin embargo, si los compramos y los guardamos mucho tiempo en la cocina corremos el riesgo de que se pudran y tengamos que tirarlos a la basura de mala gana. Quizás no lo sepas, pero existen varias formas de prolongar su vida útil y prevenir el crecimiento de moho. Aquí hay cuatro métodos para almacenar limones durante mucho tiempo sin que se pudran o se desperdicien. Cubitos de hielo de limón en bandejas de cubitos de hielo El primer método es el método de los cubitos de hielo. Este truco original pero realmente eficaz evitará que tus limones se desperdicien y conservará su frescura durante mucho tiempo. Coge tus limones, frota la cáscara y exprime el jugo. Vierta todo en las cubiteras. Lo único que tienes que hacer es meterlos en el congelador. Una vez que estén bien congelados, desmoldalos, colócalos en una bolsa isotérmica de silicona y vuelve a meterlos en el congelador. Puedes sacarlos en cualquier momento y usarlos en cualquier ocasión. Uso de palillos de dientes El segundo método consiste en utilizar palillos de dientes. A menudo tendemos a cortar el limón por la mitad y usar solo una parte mientras que la otra mitad se guarda en el frigorífico. Sin embargo, el error que casi todos cometemos es dejar esta mitad abierta. Pierde inevitablemente su frescura y propiedades nutricionales. El movimiento inteligente: use palillos de dientes introduciéndolos entre la mitad del limón para atraparlo. ¡De esta manera se mantiene fresco y listo para usar durante varios días! Limones en agua En agua Este método también tiene sentido porque se conserva el limón entero. Con este sencillo y práctico truco podrás conservar tus limones por más tiempo sin que se enmohezcan. Simplemente colócalos en un recipiente y agrega suficiente agua para cubrirlos. Coloque la tapa sobre el recipiente y refrigere por al menos 2 a 3 días. Si solo necesitas guardar medio limón, coloca la mitad cortada boca abajo en un platillo lleno de agua para conservar la pulpa.Con un condimento salado Finalmente, el último método es sin duda el más laborioso de todos. Coge una fuente para horno y coloca en ella una capa de sal marina. Luego agrega la ralladura de 5 limones. Mezclar todo junto con una cuchara. Luego vierte el jugo de los limones exprimidos (tanto como sea posible). Luego hornee a 190° durante unos veinte minutos y luego hornee a 150° durante otros 10 minutos. Saca el molde del horno y déjalo enfriar. Por último, vierte todo en un vaso. Acabas de preparar una salsa ideal para pastas, arroces fríos, ensaladas, etc. Esta salsa te será muy útil,

1 limon

Cualquier tipo de suelo orgánico

Un recipiente o maceta adecuada

Un entorno con mucho sol.

Planta

Coloca la tierra en la maceta y agrega un poco de agua para humedecerla.

Corta el limón y selecciona la semilla con mejor forma. No lo seques, la humedad aún puede ayudar. Haz un pequeño agujero en la tierra y pon la semilla en él.

Cubrir con tierra y más agua.

Cubre la maceta con una envoltura de plástico para recoger la humedad y luego colócala en un lugar soleado.

Tenga cuidado de no regar demasiado ya que esto puede provocar que las semillas se pudran. Vigila la maceta y retira el plástico en cuanto el limonero empiece a crecer. Por lo general, esto debería ocurrir dentro de una o dos semanas.

Coloca la maceta a pleno sol. Recuerda que tu limonero necesita ocho horas de luz todos los días y la tierra que lo rodea debe estar constantemente húmeda.

¡Ya está! ¡Puedes cultivar tus propios limones en casa!