La sansevieria, comúnmente conocida como “lengua de suegra”, destaca como una de las plantas de interior más frecuentes en nuestros hogares. Reconocida por su notable resistencia, esta planta no sólo es muy decorativa sino también excepcionalmente adaptable a casi cualquier ambiente interior.

El cuidado de la sansevieria es notablemente sencillo y requiere una atención mínima. A pesar de su apariencia, la sansevieria entra en la categoría de plantas suculentas, lo que significa que prospera con necesidades de agua muy modestas. Además, no requiere mucha luz para florecer, lo que lo hace adecuado para colocarlo prácticamente en cualquier rincón de la casa.

El cuidado eficaz de la sansevieria se centra en prácticas de riego cautelosas, enfatizando la importancia de evitar la sobrehidratación. Un suelo excesivamente húmedo puede provocar el deterioro y la pudrición de la planta. El signo inicial de riego excesivo se manifiesta como el color amarillento de las hojas. Si se observa color amarillento, deje de regar inmediatamente la sansevieria.

Reproducir sansevieria es un proceso sencillo que se puede lograr con unos pocos pasos sencillos. Con unas tijeras, corta las hojas de la planta en varias secciones. Para facilitar la reproducción, aplique una hormona de enraizamiento, siguiendo las instrucciones proporcionadas en el paquete. Posteriormente, inserta los trozos de hojas de sansevieria directamente en el suelo. En unas pocas semanas, la formación de raíces señalará el surgimiento de una planta nueva y próspera.